Cuando se quiere trascender no hay obstáculos que se interpongan. Es el caso de Ányelo Gabriel Araya Alvarado, patinador de Tilarán.
Madrugar se volvió en una constante para moldear el sueño de trascender en el patinaje de carreras.
Suele levantarse a las 4 de la mañana para salir a entrenar por su cuenta y en ocasiones también lo hace con su equipo por las tardes.
Este año participó en los Juegos Deportivos Nacionales, ganando tres medallas de bronce. Estos metales lo inspiran para seguir adelante y enfocarse en sacar mejores resultados.
“Pasé entrenando prácticamente un año para competir en Juegos Nacionales, sin participar casi en campeonatos, esforzándome bastante de madrugada”, destacó el deportista, quien cuenta que gracias a sus hermanos ingresó a la disciplina.
“Inicié en este deporte por mis hermanos, quienes me llevaron un día a una sala a patinar”, afirmó Ányelo, quien hace 7 años se encontró con el deporte de patines.
“Me cautivó este deporte que es muy bonito, venir a las competencias, porque a la primera que fui me gustó mucho”, agregó.
Cuenta que llevar de la mano el estudio y el deporte muchas veces es complejo, pero intenta dar lo mejor de sí siempre.
“El año que pasó se me complicó un poco llevar las dos facetas, porque me toca levantarme a las 4 de la mañana, luego alistarme a la casa para ir al colegio, donde entro a las 7 de la mañana”.
Manifiesta que “levantarse de madrugada es parte de los sacrificios que uno hace para cumplir en el deporte, y también hacerlo bien en el colegio”.
En vacaciones entrenó con más intensidad para cumplir en las justas deportivas y en la temporada de patinaje de carreras. De hecho, el 4 y 5 de febrero compitió en la primera fecha del Campeonato Nacional de Categorías Mayores.
“Representar a Tilarán es un honor, es algo que me gusta, uno se gana el aprecio de las personas”, dijo con orgullo Ányelo, quien agradece a su familia y entrenador David Wong el apoyo que le dan.