En la primera fecha del Campeonato Nacional de Patinaje de Carreras, que se celebró el 4 y 5 de febrero en San Carlos, hubo un atleta que fue aclamado cada vez que saltó a la pista del Patinódromo Maracaná.
Se trata de Benigno Antonio Aragón, quien corre para el equipo del CCDR San José en la categoría open.
“Toño, Toño, Toño…” resonaba el recinto deportivo cada vez que Benigno estaba en la pista, esforzándose en cada paso en las distintas pruebas. Todo el grupo de San José gritaba con fuerza en apoyo del patinador, en especial su hija Sharon.
De hecho, Aragón confiesa que regresó a la disciplina para apoyar e inspirar a su pequeña de 10 años.
“Estoy aquí por ella, para apoyarla y agradezco al equipo de San José el apoyo que me da, y orgulloso porque me apasiona el patinaje”, dijo con orgullo el deportista.
Estuvo 13 años lejos de un deporte que le apasiona y decidió regresar para demostrarle a Sharon que cuando se quiere se puede, y a su vez, para dar como testimonio a los niños y jóvenes que la mejor decisión que pueden tomar es mantenerse en el deporte.
Tiene claro que hoy en día los vicios acechan en las calles, por lo que practicar alguna disciplina es la principal herramienta para combatir estos vicios.
“En mi juventud estaba muy bien, volví hace dos años retomando poco a poco. En el 2022 lo tomé más enserio y aquí estoy, lo importante es hacer deporte, darle apoyo a los niños, que es lo más importante que tengo”.
Se mantiene entrenando día por medio hasta cinco días a la semana para presentarse a cada una de las fechas del campeonato open de patinaje de carreras. Cada vez se va sintiendo mejor, pero lo que más lo inspira es el ejemplo que le da a su pequeña.
“Hace muchos años competía regularmente aquí en Costa Rica, tenía un patrocinador, recuerdo”.
A los 14 años emigró de Nicaragua con su familia. Hoy con 31 años de vivir en Costa Rica agradece a todas las personas que le han colaborado.
“Los papás de los niños me apoyan mucho, así como mi hija Sharon, y estoy en algo que realmente me gusta, ahora seguir adelante”.
Agregó que “Lo bonito en esto es competir, para que la gente vea que es algo para los niños, para protegerlos de tantas cosas malas que hay en las calles y que es bueno hacer deporte. Gracias a Dios tengo amigos de todos los equipos, quienes también me apoyan, porque sin ese apoyo no puede subir el nivel”.
Actualmente trabaja como taxista para una plataforma, lo que le permite administrar el tiempo para entrenar y acompañar a Sharon.
“Económicamente no estoy muy bien, pero gracias a Dios ahí la voy pulseando, y los que ocupen una ayuda ahí estaré para aportar mi granito de arena”.